El comercio electrónico registra en España cifras crecientes año tras año, incluso en este atípica era COVID-19 en la cual la pandemia está acelerando los procesos de digitalización de las empresas.
El comercio electrónico registra en España cifras crecientes año tras año. Los datos que aporta cada año la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia indican crecimientos interanuales en torno o superiores al 20% en cada ejercicio. Sin embargo, el año 2020 está siendo muy atípico por la llegada de la pandemia del coronavirus.
Sectores tradicionalmente muy importantes en el e-commerce, como el turismo, la cultura, la venta de entradas para espectáculos deportivos y conciertos y el ocio en general, han caído en masa en su facturación. Sin embargo, los denominados sectores esenciales, aquellos que se mantuvieron abiertos incluso durante el estado de alarma, también vieron cómo creció su facturación en el canal de ventas online.
Es muy probable que el comercio electrónico registre cifras de facturación que no se adapten a la norma de los últimos años, pero es indudable que el COVID-19 ha servido para potenciar aún más este canal de ventas, que se está convirtiendo en toda una tabla de salvación para muchas pymes.
La pandemia acelera los procesos de digitalización de las empresas
Cuando se habla de digitalización se hace referencia a un conjunto completo de medidas muy ambiciosas que van más allá de expandir el negocio y ofrecer productos y servicios de venta online. Esta es solo una parte más de la transformación digital.
El confinamiento sirvió para promover el teletrabajo, algo para lo que no estaban preparadas muchas empresas. De este modo, el coronavirus ha servido como agente impulsor de cambio hacia la digitalización.
La transformación digital es toda una revolución para las empresas, porque consiste en introducir cambios en la propia percepción de la organización, que debe enfocarse hacia el escenario digital, donde no cabe duda de que está también la venta online.
En este sentido, la reconversión digital se plantea como un escenario muy interesante para garantizar la supervivencia de multitud de empresas en tiempos de confinamiento. Si hay que mantener distancias de seguridad, acudir con mascarilla a los negocios y cumplir protocolos estrictos de seguridad en los espacios exteriores, esto significa que muchos consumidores van a preferir hacer sus compras a través del canal online.
¿Cómo introducirse en este nuevo universo digital?
No obstante, la digitalización no es algo novedoso. Los consumidores son cada vez más dependientes de la tecnología, de modo que parece un suicidio no estar presente en este universo digital.
Cualquier negocio puede, sin mucha dificultad, dar el salto al ámbito digital, pues montar una tienda online es relativamente sencillo de la mano de una agencia PrestaShop, que son aquellas especializadas en este CMS destinado al e-commerce.
Un buen trabajo de diseño y promoción del espacio web, acompañado de una correcta gestión de las redes sociales hace que muchas empresas sigan siendo competitivas y atractivas de cara a los consumidores.
No debemos olvidar que las redes sociales se han convertido en el zoco, la plaza pública de internet, donde todo el mundo está presente y donde se debate de actualidad, se hace negocio y hay también lugar para el entretenimiento.
Hasta el punto es importante estar presente en el escenario online que muchos emprendedores optan como vía preferente establecerse primero como tienda en internet, porque el nivel de inversión que se requiere es mucho más bajo. Una vez adquieren cierta popularidad y triunfan con su nicho de mercado, pasan a establecimientos físicos, pero sin abandonar la vía del e-commerce.
No hay salida de la crisis sin un duro trabajo de convencimiento a los clientes
El coronavirus está suponiendo la segunda gran crisis económica del siglo XXI. La primera, la desatada en 2008 como consecuencia de la explosión de la burbuja inmobiliaria, posicionó al turismo como una de las principales industrias nacionales e introdujo nuevas fórmulas de emprendimiento, así como el impulso del consumo online basado también en el crecimiento de los dispositivos móviles.
En esta ocasión, y debido a la restricción de movimientos que está provocando la pandemia, el comercio electrónico pasará a consolidarse como un canal de ventas cada vez más popular y necesario. ¿Qué deben hacer las empresas para subirse al carro de la transformación y no quedar atrapados en la brecha digital? Trabajar en el marketing online, la solución pasa por trabajar mucho, diferenciarse de la competencia y mostrar mucha constancia y dedicación.
El marketing online se plantea como una disciplina imprescindible para alcanzar este objetivo, pues es una herramienta que ayuda a captar posibles prospectos en la red, usuarios que interactúan con la empresa, se suscriben, hacen compras y expanden la imagen de marca a otros posibles consumidores.
No se aventuran buenos tiempos para la economía española en los próximos meses, al menos en el corto plazo, pero la recuperación solo es posible de la mano del trabajo, la innovación y la inclusión en los nuevos escenarios de consumo de los usuarios, que tienden cada vez más hacia el e-commerce. El comercio electrónico, y lo hemos visto en los últimos meses, puede salvar a las pymes de la quiebra mientras dure este atípica era COVID-19.