Cada vez más empresas sucumben al poder del Design Thinking como una metodología para conocer cuáles son las necesidades y demandas de los clientes, de esta forma poder desarrollar productos y servicios que las satisfagan, reforzando por tanto el éxito de la compañía.
Así, según el estudio Parts Without a Whole? – The Current State of Design Thinking in Organizations, de Parsons New School, casi siete de cada diez organizaciones perciben que los procesos de innovación son más eficientes si se utilizan modelos de Design Thinking. Unos modelos que, de acuerdo con el Hasso Plattner Institute de Stanford, deben seguir un proceso bien definido en 5 fases: Empatizar, Definir, Idear, Crear prototipos y Testar.
¿Y qué herramientas son más útiles en cada una de estas fases? Si estás empleando el pensamiento de diseño como forma de trabajo, Design Thinking España te propone una batería de instrumentos ideales para cada fase del procedimiento y lograr resultados innovadores.
Herramientas de Design Thinking en la fase ‘Empatizar’
El primer paso del proceso de Design Thinking consiste en empatizar, en el sentido de tratar de comprender todo lo necesario sobre el problema al que te enfrentas. En este punto, estas técnicas serán de gran ayuda:
- Mapa de actores. Se trata de realizar un mapa en el que se establezca de forma visual los stakeholders (inversores, trabajadores, consumidores, proveedores…) que intervienen en el proceso en cuestión, las características que definen a cada uno de ellos y las relaciones que los conectan.
- Focus group. Mediante la conformación de grupos de discusión, también vas a poder llevar a cabo un análisis cualitativo de un colectivo, que te aportará una información muy útil para comprender el comportamiento del consumidor
- Inmersión cognitiva. Esta herramienta de Design Thinking te permite experimentar lo mismo que un consumidor o usuario, posibilitando que consigas ponerte en su piel. Por ejemplo, si estás diseñando un producto para personas invidentes, la inmersión cognitiva consistirá en vivir durante un tiempo sin visión, para conocer las necesidades y obstáculos a los que se enfrenta el colectivo.
- Observación encubierta. En este caso, el trabajo consiste en observar a un grupo de personas sin que ellos sean conscientes de que están siendo analizados, lo que te dará información sin sesgos cognitivos. El ‘mistery shopper’, por ejemplo, es un método basada en esta técnica de Design Thinking.
- Benchmarking. Esta metodología busca estudiar las prácticas que llevan a cabo otras empresas, con la finalidad de incorporar aquellas experiencias que están teniendo éxito, adaptándolas a tu compañía.
Instrumentos para el pensamiento de diseño en la etapa de ‘Definir’
Una vez que has conseguido tener una información completa sobre el problema en cuestión, llega el momento de ordenarla y llegar a conclusiones sobre la situación. Para ello, tienes a tu disposición:
- Mapa mental. Mediante los mapas mentales podrás visualizar de forma sencilla y gráfica distintos conceptos y establecer relaciones entre ideas más o menos abstractas, lo que facilita la comprensión y ayuda con la definición del proyecto.
- Fuera y dentro. Se trata de un recurso que ayuda a cribar rápidamente la información, decidiendo qué elementos están dentro del marco en el que vas a trabajar y cuáles quedan fuera.
- Saturar y agrupar. En el Design Thinking, la técnica de saturar y agrupar supone llevar a cabo un volcado inicial de toda la información recabada en la primera fase, para después organizarla –puedes utilizar post-its- por grupos en base a distintos criterios.
- Diagrama de Ishikawa. Este esquema con forma de pez te permite establecer las relaciones causa y efecto de un problema, siendo la raspa central el asunto a tratar y las diferentes espinas –con todas las subdivisiones que sean necesarias- los hechos que provocan esa situación.
- Matriz 2×2. Otra herramienta de Design Thinking para la fase de definición es la matriz 2×2. Se trata de un eje formado por dos variables en sus intensidades opuestas. Por ejemplo, puedes organizar la matriz en mayor y menor coste de una idea y mayor y menor impacto de la misma, lo que te hará ver de forma visual qué proyectos son asequibles e importantes y cuáles no.
Sistemas para ‘Idear’ a través de Design Thinking
Tras estas primeras fases de análisis, comienza el proceso puramente creativo en el Design Thinking. En la fase de ‘Idear’, puedes emplear las siguientes herramientas:
- Brainstorming. Sin duda, la técnica más popular para potenciar la creatividad es la lluvia de ideas, donde los participantes de un grupo de trabajo aportan propuestas sin importar su verosimilitud y en un ambiente libre de prejuicios.
- Brainwriting. Es una modalidad parecida al brainstorming, con la salvedad de que, en lugar de exponer las ideas de forma oral, se realizan por escrito, lo que evita que algunos integrantes acaparen la aportación de propuestas, mientras otros no participan.
- Drawstorming. Dentro de estas técnicas de creatividad, la más novedosa es el drawstorming. Como su nombre indica, la lluvia de ideas se hace a través de dibujos, lo que facilita posteriormente el proceso de crear prototipos. Además, dibujar activa regiones cerebrales poco habituales en el ámbito empresarial, aumentando las posibilidades de lograr iniciativas disruptivas.
- Método Scamper. Por último, esta metodología de Design Thinking te ayudará a innovar aplicando una acción específica a un producto o servicio: sustituir algo, combinar, adaptarlo, modificarlo, darle otro uso, eliminar alguna parte o reorganizar los componentes.
Formas de ‘Crear prototipos’ tras la lluvia de ideas
Continuando con el proceso de Design Thinking, llega el momento de desarrollar alguna de esas ideas surgidas en la etapa anterior. En este caso, pueden resultarte de utilidad las siguientes prácticas:
- Rol playing. Consiste en representar cómo será o cómo se utilizará ese nuevo producto o servicio mediante una simulación.
- Plano de producto/servicio. Se trata de que elabores un diseño del producto o servicio, destacando aquellas características nuevas. Sería, por ejemplo, un boceto de unas zapatillas, con detalles a unos cordones que se atan solos o una suela ergonómica.
- Storyboard. Contar historias es un método muy efectivo para comprobar la acogida que podrá tener el producto. Así, esta herramienta de Design Thinking consiste en crear una narración gráfica –ya sea mediante dibujos, recreaciones en ordenador o vídeos- sobre el producto o servicio y las ventajas que ofrece al usuario.
- Landing Page. También puedes poner en marcha una web en la que muestres el nuevo producto o servicio, como si estuviera a la venta, con la ventaja de que esta opción te permite obtener una estadística sobre las interacciones del público.
Métodos para ‘Validar’ las ideas
¿Qué proyectos de todos los que han salido a la palestra durante el proceso de pensamiento de diseño deben ser finalmente comercializados? Esta es la pregunta clave que culmina el Design Thinking. Con estas técnicas propuestas por Euroforum, lograrás resolverlas con mayor eficacia:
- Entrevista cualitativa. Puedes seleccionar a una muestra representativa de tu público objetivo y entrevistarlos para conocer el grado de satisfacción que tienen respecto al nuevo producto o servicio..
- Test cuantitativo. Si apuestas por un estudio cuantitativo, puedes llevar a cabo una encuesta entre tu target en la que abordes los principales aspectos de la nueva oferta.
- Focus group. La dinámica es igual que en los grupos de discusión de la primera fase, pero el objetivo no será obtener información sobre sus problemas y demandas, sino sus valoraciones sobre el prototipo en cuestión y las deficiencias o mejoras que consideren importantes.
- Test de usuario. En este caso, debes invitar a algunos consumidores a probar el producto o servicio, de modo que puedan trasladar una impresión más fidedigna sobre su viabilidad .
Estas 22 herramientas son solo algunas de las múltiples técnicas que puedes utilizar en el Design Thinking. Si quieres estar al día sobre este método y sus instrumentos, en la Escuela Europea de Management contamos con una tarifa plana de formación, que te permitirá acceder a más de 19.000 recursos de capacitación en diferentes áreas del management, como innovación y creatividad u orientación al cliente, entre otras.
Fuente: escuelamanagement.eu